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por Pedro de Láncer / elMasacre.com 05:13 am 15/08/07 OH Patria de mis amores, 19 letras, conforman tu bello nombre, lo escribiré siempre con tinta indeleble, para que nadie, nadie, nunca, lo borre y lo niegue. Eres tan bella, que no solo está bañada por los mares de blancas espumas, también con el ancho cielo y las flores de bellos colores. OH República Dominicana, espacio del Universo, que lindos paisajes rodean tus barrios, ciudades y campos, para que los pintores te dibujen con su arte y encanto. Tus músicos, cantores y poetas, siempre estamos de fiesta, interpretando tu glorioso himno en parques, escuelas, cuarteles y glorietas. Tu himno, tu bandera y tu escudo, son los símbolos, que debemos respetar y defender con orgullo. OH Dominicana mi Patria querida, pedacito de Quisqueya, tus estrellas iluminan tus noches y el sol radiante tus días y yo con mi orquesta interpreto, el himno de la alegría. OH pedacito de Quisqueya, quiero verte siempre bella, aun estando lejos de mi patria, quiero bañarme con tus aguas cristalinas y secarme con tus hojas doradas por el sol radiante de una hermosa mañana. Bautízame con el agua bendita de tus caudalosos ríos y perfúmame con las flores del jardín, preferido. Quiero cultivar en tu jardín, flores, gardenias y jazmín, para entregarlas a los enamorados, el día de San Valentín. OH República Dominicana, pedacito de Quisqueya, te quiero siempre indómita y brava para que defiendas tu terruño con el alma y si esto no te vasta, aun fuera de mi patria, empuñaré las armas. Soy dominicano por honor, gallardía y sentimientos, que vivas mil veces mi patria, que tanto amo, defiendo y respeto. Resuelve las siguientes Sopas de letras

Himno al árbol

Es el árbol feliz, un amigo que nos hace venir a jugar y nos llama al placer de su abrigo para hacernos reír y gozar. Fiel amante de todos los niños, nos inspira en sus ramas amor, y nos brinda su tierno cariño en la esencia sutil de la flor. Si sentimos amargas congojas, si el fastidio nos brinda su hiel, nos da el árbol la paz en sus hojas y en sus frutos de oro la miel. En su tronco nos tiende una alfombra y al amparo feliz de su sombra respiramos un aire mejor. No ofendamos su dura corteza, respetemos su vivo esplendor porque el árbol nos da su riqueza en la rama, en el fruto, en la flor. Letra: Ramón Emilio Jiménez Música: José de Jesús Ravelo.


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