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miércoles, 2 de marzo de 2016

Sección Entretenimiento Febrero

Carnaval de Santiago


El carnaval de Santiago, considerado uno de los más importantes de la República Dominicana, concentra cada domingo de febrero gran cantidad de personas en el monumento a los Héroes de la Restauración de esta ciudad.

Aunque el terremoto que atentó contra la ciudad en 1842 y los posteriores saqueos haitianos impide precisar la fecha del inicio de estas fiestas, este pueblo conserva orgullosamente sus tradiciones carnavalescas.

Los Lechones, personajes característicos de este carnaval, surgieron como guardianes del orden en los viejos carnavales de Santiago. Iban delante de las comparsas para abrirles camino y evitar las bellaquerías de los muchachos, según han expresado conocedores de este tema.

En los inicios, este carnaval se dividía en función a las clases sociales existentes en Santiago, con manifestaciones en clubes privados por parte de los sectores pudientes y en las calles de los barrios populares, particularmente en La Joya, Los Pepines y, posteriormente, Pueblo Nuevo.

Los Diablos Cojuelos son llamados, en Santiago, Lechones debido a que las caretas asemejan a un cerdo, con un hocico estilizado que más bien semeja un pico de pato.

También se les llama Macarao (como en Salcedo y Bonao) aunque éste es un término más genérico para referirse a ellos; es la pronunciación vulgar de Enmascarado.

El traje de los "Lechones" es el típico de los Diablos Cojuelos: un mameluco de colores vivos, a veces entero, a veces de dos, tres y hasta cuatro colores, adornado con cascabeles, cintas, gallardetes y espejitos circulares, pegado al traje va un capuchón que cubre la parte posterior de la cabeza.

Algunos llevan rabo que puede colgar libremente por detrás o puede enrollarse en el cuerpo. Estos rabos, generalmente de color entero, contrastan con el resto del traje. Igualmente puede llevar una capa que cuelga por la espalda hasta la mitad de la pantorrilla.

Anteriormente, el carnaval de Santiago se celebraba antes del Miércoles de Ceniza pero en la actualidad ya se celebra los domingos de febrero, independientemente de la Cuaresma.

Para el Carnaval, la ciudad observa una división en dos mitadas: La Joya, un barrio en la parte baja de la ciudad, más cercano al río; y Los Pepines, un barrio en la parte alta.

Los trajes que llevan los miembros de estos dos sectores son idénticos excepto las caretas. Los de Los Pepines le dejaron dos cachos (cuernos) lisos y los de La Joya los llenaron de pequeños cachitos.

En años anteriores se escenificaba una batalla simulada con fuetes entre las dos facciones opuestas, el martes previo al Miércoles de Ceniza. Esta batalla se hacía siempre frente a la puerta del cementerio, y participaban miembros de los dos grupos de lechones.

Mientras recorrían la ciudad, algunos lechones llevaban fuetes con los que amenazaban a los transeúntes y a otros lechones. Lo más común, sin embargo, es que lleven vejigas de vaca infladas con los que se golpean unos a otros y a curiosos.

Otros personajes que se destacan en las actividades carnavalescas de Santiago son los Indios, la piel sucia de Nicolás Den-Den, La Muerte en Yipe, el Hombre del Papelón, el Baile del Muñeco y otros que son engrandecidos por la vistosidad y el ingenio popular.




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